Arquitectura y Luz

 

“En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa ,

sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardía… “ San Juan de la Cruz

 

La energía, toda directa o indirectamente proviene del sol.


Las mareas del mar , el viento, el petróleo…todos estos elementos existen y están directamente relacionados con el sol.

 

La luz es una materia que ha estado presente desde antes de la existencia del ser humano y,

con mucha probabilidad continuara existiendo una vez que el ser humano desaparezca.

 


Al sol lo han llamado Helios, Apolo, Tonatiuh, Ra, Utu, y muchos otros nombres en diferentes lenguas y culturas.

 

Ha sido considerado como una divinidad de gran trascendencia en diferentes tiempos y lugares, como consecuencia de los beneficios universales que ha tenido para la vida.

 


Muchos factores influyen como percibimos la luz:

la refracción, la difracción, reflexión , dispersión solo por nombrar algunas de sus propiedades.

 

Las fogatas con sombras dentro de las cavernas,

los reflejos de luz en los ríos y cuerpos de agua,

los rayos del sol filtrando entre los arboles,

son solo efectos de la naturaleza que han hecho sublimar el espíritu del ser humano,

haciéndolo reflexionar sobre la trascendencia, sobre la inmortalidad, y la conexión con un ser supremo.

 

Las sombras en el solsticio de Stonehenge, los juegos de luz durante el equinoccio maya en Chichen itza,

la luz cenital del Pantheon en Roma, los baños de luz en el interior de la mezquita en Santa Sofía,

son solo ejemplos de algunas construcciones que han sido resultado de la inspiración de diferentes arquitectos anónimos,

que por medio de la luz reflejada en la materia, han otorgado un profundo carácter sagrado a diferentes espacios de la historia.


Si hay luz, hay oscuridad y sombra.


Es una relación de simbiosis. Sin una no puede existir la otra;

No obstante jamás he amado la oscuridad, probablemente porque la casa de mi niñez, donde crecí tenía mucha madera en el interior y muy poca luz natural en el interior.

Probablemente fruto de este trauma desde que era estudiante de arquitectura me prometí a mi misma que los proyectos que diseñaría en un futuro tendrían en la medida posible luz natural en todos y cada uno de los espacios.


Paradójicamente vengo de un país donde tener días soleados todo el año es mas o menos lo habitual.

Pronto me dí cuenta cuanto era fácil poder realizar efectos de luz en los proyectos localizados en México, gracias a las condiciones geográficas.

La luz del sol es un elemento constante y presente cada día en mi país.


A un nivel casi intuitivo por medio de la observación y experimentación empecé a incorporar ingresos de luz en los diferentes proyectos,

estos no eran necesariamente funcionales,

sino guiones o aperturas estéticas donde imaginaba que cuando una persona estuviese tomando una ducha, subiendo la escalera,

o descansando en la sala, estos juegos de luz transmitirían un toque de poesía, trascendencia y eternidad.


Louis Kahn en la galería de arte de la Universidad de Yale, Peter Zumthor en las termas de Vals,

Luis Barragán en la capilla de las Capuchinas, Le Corbusier en la capilla de Notre Dame en Ronchamp, Tadao Ando en la iglesia de la luz…

son obras maestras que a mi como a muchos otros arquitectos me han emocionado profundamente y han sido motivo de alegría e inspiración para continuar a jugar con la luz y sus efectos en los espacios.    CW

“A room is not a room without a natural light” Louis Kahn